Ruta por los campos de concentración en Europa
Dice una célebre frase que ‘el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla’. Por eso, cuando viajamos y hacemos turismo, podemos visitar maravillosos monumentos del pasado, y también zonas que nos recuerdan la barbarie humana que jamás debería volver a repetirse. En este sentido, nos gustaría hacer una ruta por los campos de concentración en Europa. Prepárate para un paseo que te pondrá los pelos de punta, pero que consideramos indispensable para conocer el lado más oscuro de nuestra especie.
Los campos de concentración en Europa para visitar
Por desgracia, tenemos muy diversos campos de concentración en Europa que visitar. La mayoría proceden de la Segunda Guerra Mundial, un triste capítulo de la historia del viejo continente y, en realidad, de todo el mundo.
La mayor parte de campos de concentración, los más famosos al menos, se ubican en países como Alemania, Austria o Polonia, escenarios más comunes de cuanto aconteció hace ya casi un siglo.
No obstante, podemos visitar, aunque no están acondicionados como tal, campos de concentración en España e incluso campos de concentración rusos, a pesar de que las visitas no están organizadas ni las instalaciones se han quedado acondicionadas como sí sucede en otros emplazamientos. Veamos.
Campo de concentración de Mauthausen
El campo de concentración de Mauthausen-Gusen se ubica en Austria a unos 20 kilómetros de la ciudad de Linz. En el mismo fueron recluidos muchos presos españoles que cruzaron a la Francia ocupada huyendo de la Guerra Civil.
Hoy en día se pueden visitar emplazamientos diversos de los subcampos de Mauthausen, como son los de Steyr, Melk, Ebensee o Gusen, donde se realizan exposiciones para conocer mejor el Holocausto.
Campo de concentración de Terezin – Theresienstadt
El nazismo creó campos de concentración por toda Europa. Este se ubica a 60 kilómetros de Praga, en la República Checa.
Dividido en dos partes, la fortaleza grande es el gueto en el que vivieron casi 200.000 judíos. La fortaleza pequeña permite visitar barracones y otros espacios del antiguo campo de concentración.
Ya de paso por la ciudad de Praga, aprovecha y recorre sus calles llenas de historia, cultura y magia…
Campo de concentración de Ravensbrück
Aunque no se pueden visitar campos de concentración en Berlín, este se ubica a unos 90 kilómetros de la capital de país germano. Es fácil visitar este campo de concentración mientras disfrutas y conoces Berlin.
Este campo de concentración en Alemania se puede visitar. Tiene la particularidad de que se diseñó para el traslado de mujeres, aunque se le añadió una pequeña zona para hombres y otra para menores.
Campo de concentración de Stutthof
Polonia fue uno de los grandes territorios en los que proliferaron campos de concentración en Europa. Este se ubica cerca de la ciudad de Gdansk. No es de los más famosos, pero entre sus alambradas perdieron la vida casi 100.000 personas.
Campo de concentración de Majdanek
Este campo de concentración en Europa se ubica en Polonia e, igual que en su día, parece estar siempre en obras, como antaño, como si jamás se hubiera acabado del todo.
Campo de concentración de Sachsenhausen
Si buscas un campo de concentración en Berlín, el más cercano es este, en Brandeburgo. Construido en 1936, albergó a unos 30.000 prisioneros, de los cuales murieron casi la mitad. Se puede visitar y, de hecho, en 1961 se levantó un obelisco en memoria de quienes allí perecieron o sufrieron penurias.
Campo de concentración de Dachau
Es uno de los campos de concentración en Alemania que tristemente goza de mayor fama. Está en las proximidades de Múnich, fue construido en 1933 y es célebre por la cantidad de experimentos médicos inhumanos que allí se llevaron a cabo. Hoy cuenta con un museo dividido en 22 zonas abiertas al público.
Campo de concentración de Auschwitz-Birkenau
Entre los campos de concentración en Polonia, este es el más famoso. A 43 kilómetros de Cracovia se pueden visitar sus instalaciones que, literalmente, ponen los pelos de punta. Más de un millón de muertes es este inmenso complejo que parece no tener fin. Hoy en día es Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco en 1979.
Mención a otros campos de concentración en España y Rusia
No fue Alemania y el centro de Europa el único territorio en el que se levantaron campos de concentración. También España y Rusia vieron cómo se creaban estos centros de internamiento y trabajos forzados recibiendo diversos nombres, como el tristemente célebre gulag soviético.
En España se pueden realizar diversas rutas donde antaño se ubicaron campos de concentración. Después de la Guerra Civil se establecieron unos 300. Hoy en día apenas queda nada. Pero existen opciones, por ejemplo, en Sevilla, para recorrer El Colector, Los Merinales, El Arenoso, La Corchuela o el Canal de los Presos. No obstante, no están señalizados como Lugares de la Memoria Histórica todavía.
Si buscas campos de concentración en Rusia, la cosa tampoco es fácil. Pero puedes recorrer la zona de Kolimá, donde se construyeron unas 80 instalaciones desde 1932 que, en su día, sirvieron para que los presos unieran por carretera las ciudades de Magadán y Yakutsk, separadas por unos 2000 kilómetros de distancia. Este camino monstruoso en plena Siberia construido por los condenados a trabajos forzados alcanza temperaturas de -70ºC en invierno.
La mayor parte de los campos de concentración en Europa datan de la Segunda Guerra Mundial. Si quieres conocer alguno de ellos, contáctanos hoy mismo y preparamos la ruta a tu medida.