La República Checa es conocida, sobre todo, por la monumentalidad de Praga, su capital y una de las ciudades imperiales más bellas y visitadas de Europa. Sin embargo, República Checa ofrece un sinfín de ciudades, pueblos y rincones de un peculiar encanto y múltiples atractivos turísticos que harán de tu ruta por este antiguo y hermoso país del este una experiencia inolvidable.
¿Vas a viajar al este de Europa? Aquí encontrarás información práctica sobre República Checa, así como algunos consejos de viaje que te serán útiles para organizar tus vacaciones.
¿Qué puedes ver y hacer en República Checa?
Praga es el principal destino turístico de República Checa, y merecidamente. Su encanto trasciende fronteras, convirtiéndose en una de las capitales de estado más turísticas de Europa, frecuentada, sobre todo, por amantes del turismo cultural y por parejas que buscan un lugar especial en el que celebrar su luna de miel. En Praga te esperan lugares tan impresionantes como Stare Mesto, el casco histórico, que alberga alguno de los principales atractivos de la ciudad, como la Plaza de la Ciudad Antigua, el Castillo de Praga (el más grande y emblemático del país), el colosal Templo de Tyn, la Catedral de San Vitus o el pintoresco Barrio de Mala Strana.
No muy lejos de Praga encontramos otro de los puntos obligados en cualquier tour por la República Checa. Nos referimos a Karlovy Vari, también conocida como Karlsbad, una ciudad balneario cuyos orígenes se remontan al siglo XIV, famosa por sus grandes construcciones y columnatas, que albergan múltiples fuentes de aguas termales. Entre las más representativas están la Columnata del Molino y la Columnata del Mercado. Si te apetece conocer la vertiente hidrotermal de República Checa, en Marianske Lazne (o Marienbad) también encontrarás otra bella ciudad balneario con columnatas de aguas medicinales como la Columnata de Máximo Gorki.
Cesky Krumlov es otro de los destinos turísticos más emblemáticos de República Checa. Se trata de un encantador pueblo medieval a las orillas del río Moldava. Destaca su pintoresca ciudad vieja, donde podrás hallar el imponente Castillo Medieval de Cesky Krumlov, el más importante de Bohemia, tras el Castillo de Praga.
Otra ciudad digna de recibir una visita es Brno, en la región de Moravia. Se trata de la segunda ciudad más poblada de la República Checa, aunque no es tan conocida como Praga. Los principales atractivos de Brno son sus zonas más antiguas, como la Plaza de la Libertad o la Plaza del Mercado de Verduras. También acoge lugares históricos como la macabra Cripta de los Capuchinos. A los amantes de la arquitectura les gustará visitar también el Castillo de Brno y la Villa Tugendhat, una magnífica villa emblema de la arquitectura funcionalista.
¿Cuándo es la mejor temporada para viajar a República Checa?
Las épocas más recomendables para visitar República Checa son la primavera y el otoño, cuando las temperaturas son aceptables (sobre unos 10ºC) y los precios más bajos.
Si quieres viajar con calor, preferirás viajar durante los meses de verano, aunque te recordamos que las temperaturas en República Checa no suelen sobrepasar los 20ºC y será este el momento en el que encontrarás los precios más elevados.
Si no te importa el frío, el invierno es también una buena opción para viajar a la Republica Checa, ya que las ciudades checas en navidades ofrecen un ambiente festivo y especial, con la nieve de sus tejados brillando bajo el alumbrado público navideño. Es además el momento de los mercadillos, y los precios de hoteles y restaurantes están en su momento más bajo.
¿Cómo moverse en República Checa?
Praga no es un país muy extenso, por lo que una de las opciones para llegar a sus más maravillosos rincones de forma libre e independiente es alquilar un coche, una opción bastante barata. Sin embargo, te recomendamos que hagas uso de la magnífica red de trenes que conecta la mayoría de las ciudades y pueblos principales, ya que ahorrarás tiempo, dinero y podrás viajar, además, de una manera más cómoda.
Otra de las opciones para viajar por la República Checa es tomar el autobús. Encontrarás numerosas líneas y compañías, y te resultará más barato que coger el tren, aunque, por otro lado, los trayectos serán menos cómodos y un poco más caros.
Alojamiento en República Checa
La República Checa es un destino turístico consolidado, por lo que cuenta con una amplia y magnífica cobertura hotelera.
En la República Checa encontrarás todo tipo de alojamientos, desde lujosos hoteles y resorts de 5 estrellas, situados la mayoría en Praga, la capital, hasta económicos hostales, pensiones y albergues para estudiantes repartidos a lo largo de todo el territorio. Otra de las opciones muy comunes es alquilar un apartamento turístico o dormir en una guest house.
Los precios del alojamiento en República Checa no son excesivos, aunque, como bien sabes, podrás encontrar establecimientos para todos los gustos y bolsillos. Para que te hagas una idea, una habitación de las más baratas podrá salirte por menos de 40 euros, una habitación en un hotel de 2 ó 3 estrellas no subirá de los 100 euros, y a partir de ahí, el precio límite lo estableces tú, ya que en República Checa encontrarás hoteles de auténtico lujo y románticos hoteles boutique en los que celebrar una luna de miel de ensueño.
Comer en República Checa
La gastronomía checa es similar a la austrohúngara, siendo el goulash el plato más tradicional del país. Se trata de un estofado de carne y verduras, ingredientes principales de la mayoría de las recetas. También encontrarás otras recetas típicas como el bramborak, una especie de quiche de patatas y jamón condimentada con ajo.
Los checos son maestros cerveceros, por lo que visitar República Checa sin probar alguna de las centenarias cervezas que se elaboran en este país es un pecado. Encontrarás una amplia variedad a muy buen precio en tabernas pubs y todo tipo de cervecerías y restaurantes.
Los precios de la comida en República Checa no son privativos, aunque todo dependerá del dinero que quieras gastarte, puesto que encontrarás desde renombrados restaurantes con precios privativos hasta económicas tabernas familiares. La opción más barata es comer en los puestos callejeros que salpican las calles de la mayoría de ciudades, pueblos y ciudades turísticas, donde podrás encontrar diversos tipos de comida rápida, como hamburguesas y salchichas, por menos de 2 euros.
Salir de compras en República Checa
Salir de compras en República Checa es una de las actividades preferidas por los turistas europeos, ya que los precios suelen resultara muy atractivos. La variedad de productos típicos es apabullante, y su oferta se encuentra diseminada por todos los rincones del país en centros y distritos comerciales, tiendas, boutiques y mercados a pie de calle.
Algunos de los artículos checos más demandados son las marionetas artesanales, que suelen representar a los protagonistas de leyendas y cuentos locales, o el cristal checo. El famoso cristal de bohemia es conocido a nivel mundial a través de marcas como Moser, por lo que las piezas de cristal son uno de los suvenires más demandados.
Otros productos típicos son las obleas dulces, un postre típico de Karlovy Vary; el becherovka, bebida tradicional también en esta ciudad, o piedras preciosas como el granate, conocido como piedra de sangre, muy utilizado en orfebrería.
Ocio Nocturno en República Checa
Como en todos los países del este, el arte es muy importante en la República Checa. En las diferentes ciudades y pueblos encontrarás una amplia oferta de espectáculos artísticos nocturnos de teatro, ópera o ballet, además de numerosos lugares en los que cenar o tomar una cerveza mientras disfrutas de un espectáculo musical o de danza.
Sin embargo, si lo que buscas es un ambiente animado para salir de fiesta, encontrarás buenas zonas de marcha en Praga. El horario de cierre de los locales nocturnos en República Checa es diverso, por lo que encontrarás bares y pubs abiertos hasta las 2 ó las 4 de la mañana, mientras que las discotecas y music clubs no suelen cerrar sus puertas hasta más allá de las 6 de la mañana.
Otros datos de interés
La lengua oficial de la República Checa es el checo, aunque en las zonas turísticas podrás comunicarte en inglés.
La moneda de curso legal en la República Checa es la Corona Checa, por lo que tendrás que cambiar divisas. Puedes consultar el tipo de cambio de euro a corona checa.
Los ciudadanos con nacionalidad española no necesitan más que su DNI o pasaporte en vigor para acceder a la República Checa, siempre y cuando sea para una estancia inferior a tres meses.Consejos de viaje
- Como en la mayoría de las zonas turísticas, en lugares como Praga o Cesky Krumlov existe mucha picaresca en los restaurantes, por lo que es probable que los camareros intenten hinchar tu cuenta. Para evitar estos errores, pide siempre factura.
- Si tienes carnet internacional de estudiante no te lo olvides, ya que con él tendrás derecho a múltiples descuentos en transportes y atracciones turísticas.
- La propina no suele venir incluida en la cuenta, y lo recomendable es dejar entre un 5 y un 10% del importe de la factura.
- La nomenclatura para referirse a los distintos tipos de locales nocturnos es distinta a la típica inglesa, por lo que deberás tener en cuenta que, si preguntas por un nightclub, seguramente te dirijan a un local de striptease. Si lo que buscas es una discoteca, pregunta por las discos, music clubs o dance clubs.