Viajar a Bélgica
Bélgica es un destino ideal para visitar al menos una vez en la vida, ya que si no te embruja por la arquitectura de sus edificios lo hará por el sabor de sus dulces.
Tres de los lugares que no puedes perderte por uno u otro motivo son por este orden: Bruselas, Brujas y Gante. Y aunque hay quien prefiere viajar estilo nómada, llevando la maleta a cuestas, nuestra recomendación es que te instales en Bruselas y allí alquiles un coche para visitar el resto de ciudades.
Bruselas
El hecho de que sea la capital y el punto de llegada al país, hace que merezca la pena conocerla.
Se trata de una ciudad, cuyo casco antiguo se puede visitar a pie, sin dedicarle más de un día, aunque por supuesto si tienes más tiempo, puedes pasear tranquilamente por sus calles embriagándote de su aroma dulzón.
No te puedes perder la Gran Place, una preciosa plaza que siempre está concurrida, independientemente de la hora, día, temperatura o época del año que sea.
El Manneken pis, es también otra reliquia que no puedes dejar de visitar. Se trata de una escultura de bronce de un niño haciendo pipí en una fuente. Curiosamente es un emblema de Bruselas y aparece en todo tipo de souvenirs, ya que a los turistas en general, nos hace bastante gracia. Y, aunque no le dan tanto bombo, pregunta por Jeanneke pis (la versión femenina).
En cuanto a la gastronomía de Bruselas, aunque es una ciudad muy cara, si quieres darte un capricho, prueba los mejillones, que además de ser de calidad, los sirven en cubos con diferentes aliños a gusto del consumidor.
Por el olor a gofre que inunda la ciudad será inevitable que caigas en la tentación de probar uno (¡bien que haces!). Tampoco te puedes ir sin entrar a una chocolatería a probar alguno de los increíbles bombones que se ven desde los escaparate, o sin hacer una cata de cervezas autóctonas en el Delirium (una cervecería que está frente a la estatua de Jeanneken pis).
Brujas
Esta es la ciudad que atrae a más turistas de todo el mundo a visitar Bélgica. Y su encanto reside en su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad, entre otras cosas, porque mantiene parte de la arquitectura medieval.
La Grote Mark es la plaza principal que resulta impresionante. Además, la ciudad cuenta con infinidad de canales, por lo que dar un paseo en barca es un must si te hace un buen día. Si no fuese así, puedes resguardarte visitando un museo llamado “Historium”, donde te transportarás de lleno a la Brujas de la Edad Media.
Gante
Es un lugar que sorprende gratamente, ya que no siendo tan conocido como Brujas, causa una buenísima impresión al visitante. Se trata de una pequeña ciudad, con mucho ajetreo debido al ambiente universitario y donde predominan las casa bajas con el tejado de escalerita, las iglesias y las bicis como medio de transporte. Te aconsejamos pasear por el centro y dejarte deslumbrar sin más por su encanto.
Para comer o cenar en Gante, si no quieres recurrir a la comida basura, pero tampoco estás dispuesto a pagar los desorbitantes precios que piden en los restaurantes que se anuncian para los turistas, y deses sentarte en una mesa para pegarte un verdadero atracón, ve a Amadeus. Un restaurante que ofrece básicamente costillares buenos, en generosas cantidades y a muy buen precio. Y si aún tienes un hueco para el postre, ve a cualquier puesto de la calle a probar unas deliciosas “narices de Gante”. Además, por un módico precio te las preparan en una bolsita ideal para llevar a alguien de recuerdo del viaje.
Otro lugar que no te puedes perder para degustar una cerveza, por su originalidad es la “Dulle Griet”. Una cervecería con más de 250 tipos de cervezas, situada en pleno centro.
Si vas allí y pides una Kwak (cerveza de 1,2 litros) los camareros te cogerán una prenda, que generalmente es un zapato y lo suben a una red a la que no podrás acceder hasta que te la hayas terminado. Si te atreves con el reto, no te olvides de llevar un buen calzado con el que no te huelan los pies tras todo el día haciendo turismo, sino tendrás que beber muy rápido tu cerveza para no pasar apuro.
Otro sitio sorprendente que merece la pena visitar es Amberes y sus diamantes, en el caso de que te sobrara algún día.
En resumen, Bélgica es un país repleto de lugares con encanto que harán volar tu imaginación, dulces orgásmicos y cerveza de calidad para aburrir a un alcohólico.
¿Te atreves a descubrir este magnifico país?