Estambul, la ciudad más grande de Turquía, es también una de las más visitadas del mundo. A ella llegan cada día cientos de turistas atraídos por su amplio patrimonio artístico y cultural, herencia de una dilatada historia que la ha encumbrado como capital de tres imperios (el romano, el bizantino y el otomano), así como por sus increíbles parajes, fruto de la convergencia entre dos mares, dos continentes y dos formas de vida.
Consulta a continuación toda la información práctica que necesitas para disfrutar al máximo de tus vacaciones en Estambul y no te pierdas nuestros consejos de viaje. La joya del Bósforo está esperándote.
Qué ver y qué hacer en Estambul
Pasear por las calles de Estambul es perderse en una ciudad en la que la historia rezuma de cada piedra. Sin lugar a dudas, la primera parada que todo viajero debe realizar al llegar a Estambul es en la Basílica de Santa Sofía de Constantinopla, una increíble obra maestra de la arquitectura bizantina que se ha convertido en la postal más internacional de la ciudad. No puede faltar tampoco en un tour por Estambul una visita a la Mezquita Azul, la más famosa de la ciudad, construida hace más de cuatro siglos.
Otras construcciones emblemáticas de Estambul son el Palacio Topkapi, testigo de la grandeza de la antigua Constantinopla; la Cisterna Basílica, también conocida como Palacio Sumergido; la Torre de Gálata, un antiguo faro catalogado como la torre más antigua del mundo; o el Puente de Gálata, que con sus casi 500 metros de longitud atraviesa el Cuerno de Oro uniendo la parte antigua de Estambul con la zona moderna.
Más allá de sus edificios monumentales, Estambul alberga zonas por las que pasear tranquilamente se convierte en una experiencia de lo más agradable. Destacan el Parque Gülhane, un paraje de lo más bucólico, o la moderna Plaza Taksim, en el corazón de la ciudad nueva, una zona llena de vida y principal eje turístico y comercial de la ciudad donde podrás disfrutar de un agradable menú en alguno de los restaurantes o cafeterías que en ella se dan cita.
Como si el arte y la historia encerrada en las calles de Estambul fuese poco, la ciudad cuenta con importantes museos como el Museo Arqueológico de Estambul, uno de los museos dedicados a la arqueología más prestigiosos del mundo, famoso por albergar el sarcófago de Alejandro Magno. También son dignos de una visita el Museo de los Mosaicos, donde se exhiben los restos del Gran Palacio del Imperio Bizantino, de gran importancia para el estudio de la vida cotidiana de la época.
Si después de este recorrido por la historia de la antigua Constantinopla deseas relajarte y descansar, no puedes pasar por alto la opción de disfrutar de un tradicional baño turco. El más famoso de la ciudad es Camberlitas Hamami, situado en pleno centro histórico de Estambul. Otra visita muy recomendable, sobre todo para parejas y familias es Suleymaniye Hamam, ya que se trata del único baño turco tradicional mixto de la ciudad.
Moverse en Estambul
Desplazarse por Estambul es sencillo gracias a la red de transporte público con la que cuenta la ciudad. El mejor medio de transporte para recorrer Estambul es el tranvía, ya que cuenta con rutas que conectan los principales puntos turísticos de la ciudad por unos precios muy asequibles. La línea más adecuada para disfrutar de un tour por Estambul es la T1, que para en la mayoría de sitios turísticos.
Estambul también dispone de servicio de metro; aunque no suele resultar muy útil para el turismo, sí que ofrece una buena combinación con el aeropuerto.
Los dos funiculares de Estambul resultan una opción muy interesante para llegar desde la zona moderna a la zona antigua de la ciudad disfrutando de unas increíbles vistas.
Si prefieres desplazarte en autobús, en Estambul encontrarás varias rutas con las que podrás moverte de un punto a otro en cuestión de minutos. Es el medio de transporte más barato, aunque suele resultar bastante complejo debido a la barrera idiomática.
También tienes la opción de realizar tus trayectos en taxi, ya que son bastante baratos y constituyen una magnífica opción para alcanzar algunos puntos más alejados de la ciudad.
Dormir en Estambul
Estambul no es una ciudad demasiado grande, por lo que cualquier zona que elijas para alojarte estará a tiro de piedra de las zonas turísticas. En cuanto a servicios y comodidad, destacan los aledaños de la Plaza de Sultanahmet, a los pies de la Basílica de Santa Sofía y de la Mezquita Azul. También son buenas zonas para dormir las colindantes al Bazar de las Especias, al Gran Bazar de Estambul y a la moderna plaza Taksim, donde se sitúan la mayoría de los hoteles de las principales cadenas internacionales.
En cuanto a los precios, podrás encontrar habitaciones de lo más asequibles en hoteles como Kaftan Hotel, un agradable alojamiento en el que podrás hacer noche por unos 30 euros. Por 50 o 60 euros encontrarás habitaciones en hoteles muy céntricos como el The Byzantium Hotel; y si quieres disfrutar de un hotel con todos los lujos como The House Hotel, lo encontrarás a partir de 100 euros.
Comer en Estambul
Comer en Estambul es un placer para los sentidos gracias a las sabrosas especialidades culinarias del país. En cuanto a la oferta, encontrarás una gran variedad de locales y una amplia horquilla de precios.
Si quieres comer barato, no tendrás problemas para encontrar puestos de comida rápida en cualquier punto de la ciudad, donde podrás degustar un típico kebab por menos de 3 euros. En los meyhane, una especie de tabernas turcas, podrás tomarte un raki y abundantes platos tradicionales por menos de 10 euros. Te recomendamos locales como Tarihi Karaköy Balikcisi o Kucuk Meyhane. Los restaurantes acostumbran a ser un poco más caros, aunque tampoco encontrarás precios desorbitados. Un restaurante que ofrece una muy buena relación calidad precio es Imbat Restaurant.
Salir de compras en Estambul
En Estambul encontrarás cientos de tiendas de todos los tipos y precios, aunque te recomendamos que para realizar tus compras te dirijas a los mercados. El más grande y antiguo de Estambul es el Gran Bazar o Kapalicarsi, donde encontrarás más de tres mil tiendas y todos los productos imaginables. Tampoco puedes perderte el famoso Mercado de las Especias o Misir Carsisi, un placer para la vista, el olor y el gusto por el cual tu visita a Estambul ya habrá valido la pena.
En cuanto a los productos típicos, destacan las alfombras, que podréis encontrar en casi cualquier rincón de Estambul. También son buenos suvenires los postres típicos de Turquía como las delicias turcas y el baklava, que además se venden por precios muy económicos.
Ocio nocturno en Estambul
Salir de fiesta en Estambul es una actividad de lo más divertida gracias a su animado ambiente nocturno y a su rica agenda cultural. La zona de moda para salir de copas es Beyoglu, donde podrás pasar una agradable noche en los meyhanes de Balik Pasaj tomándote un raki al estilo tradicional. Si quieres continuar la noche en algún club o discoteca, te recomendamos que te dirijas a locales como Dogzstar, uno de los locales más emblemáticos de la noche estambuleña, donde encontrarás un buen sitio en el que bailar al ritmo de los últimos temas del momento. En Ulus 29 también encontrarás un lugar ideal para pasar una noche en vela. Gracias a sus increíbles pistas de baile, su piscina y sus terrazas con vistas al canal del Bósforo, la diversión está asegurada.
Consejos de Viaje
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- Para viajar en transporte público por Estambul existen dos tipos de billetes: el Istanbulkart y el Jeton. El Jeton es un billete simple, mientras que la Istanbulkart es una tarjeta-monedero recargable que te permitirá utilizar todos los medios de transporte y ahorrar en tus trayectos.
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- En los bazares encontrarás numerosas piezas antiguas a la venta. Aunque muchos de los artículos son falsificaciones, si compras una antigüedad verdadera y resulta tener más de cien años de antigüedad, para sacarla del país necesitarás una licencia de exportación expedida por el Museo Provincial de Estambul.
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- Si sales de noche por Estambul, te recomendamos que evites los callejones de la zona de Istiklal Caddesi.
- Si adquieres una alfombra en Estambul, guarda la factura para evitar problemas en la aduana.
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